agosto, 2019

A las 8:00 am de un viernes suena nuestro teléfono en nuestra sede en São Paulo, Michele responde una llamada desde la ciudad de Río de Janeiro.

Al otro lado de la línea una chica desesperada por contratar nuestros servicios de limpieza forense.

La persona informa que necesitan urgentemente una limpieza especializada, pues hace una semana descubrieron que un residente de una de las propiedades dentro de un condominio murió en el baño y el olor a descomposición está molestando a los demás residentes.

El sábado por la mañana estuvimos en la ciudad de Río de Janeiro y la persona que nos había contratado era la encargada de administrar las propiedades en ese lugar.

Nos informó que nos estaría esperando en la esquina de Avenida Niemeyer y Estrada do Vidigal, en cuanto vio nuestro carro cerca de la subida del cerro, hizo señas y estábamos entrando a Morro do Vidigal.

Morro do Vidigal es un barrio de la Zona Sur de Río de Janeiro donde se ubica la Comunidad Vidigal.

Nos informaron que el cuerpo aún había tardado un día más en ser retirado del sitio por razones de seguridad y logística de los vehículos policiales para subir al lugar a realizar el levantamiento.

Cuando llegamos era un conjunto de 12 casas, como departamentos, la vista era magnífica, daba la impresión de estar dentro del mar. Algunos dicen que es la vista más hermosa de Río de Janeiro.

sitio contaminado

El olor era fuerte y los vecinos de las casas vecinas pidieron a Dios que les solucionara el problema del olor.

Tan pronto como entramos, vimos la suciedad de sangre y muchos mosquitos dentro de la propiedad. Inmediatamente arreglamos la situación de los mosquitos aplicando insecticida alrededor del área.

Pronto hicimos la primera limpieza de la habitación que tenía sangre en el piso frío y luego el baño y la cocina.

El residente del apartamento de 33 años murió sentado en el inodoro.

Los vecinos solo sospechaban por el olor que denunciaba lo sucedido.

En las paredes del váter se veían larvas caminando, en el suelo y en el lavabo y la ducha también había muchas. Algunos incluso caminaron con nuestros overoles protectores.

La limpieza de este ambiente se hizo minuciosamente, tuvimos que quitar hasta el lavabo sanitario para realizar correctamente la desinfección. También se retiraron las puertas para realizar una adecuada sanitización.

Después de quitar toda la suciedad y desinfectar, aplicamos un producto químico en el aire para eliminar posibles virus y bacterias que aún pudieran quedar.

Todo el material fue dispensado en un contenedor dejado por la Municipalidad de Río de Janeiro que sería llevado para su disposición.

Salieron unas 10 bolsas de 100 litros con objetos contaminados y paños bactericidas utilizados para la limpieza.

Fueron 08 horas de trabajo ininterrumpido, para poder volver a hacer habitable el lugar.

Todos los objetos y muebles fueron sanitizados y permanecieron en su lugar, la familia del ex residente le daría un destino adecuado a lo que quedó.

Finalmente, los vecinos nos agradecieron nuestra eficacia y la rapidez con la que solucionamos el problema, principalmente quitando el olor que tanto molestaba.

El administrador de la finca también nos agradeció y tuvo la amabilidad de acompañarnos hasta la salida de Vidigal que, minutos después de nuestra salida, la entrada a la Comunidad estaba completamente cerrada por la policía.