La desinfección de los ambientes es una de las principales medidas para prevenir la propagación de enfermedades. El proceso de desinfección es la eliminación de formas vegetativas, existentes en superficies inanimadas, mediante la aplicación de agentes químicos y/o físicos. Esta es una medida fundamental para la seguridad de humanos y animales.

Las clínicas, los hospitales y los consultorios veterinarios son áreas críticas para la propagación de patógenos que pueden persistir en las superficies durante años. Estos sitios son reservorios de microorganismos multirresistentes resistentes a los antibióticos. Por ello, la correcta esterilización del material y la desinfección de los ambientes son obligatorias en todos y cada uno de los establecimientos veterinarios.